LUMARA HUMAN RIGHTS – DENUNCIA
Juan Enrique Pérez Sánchez, preso político cubano de 44 años, se encuentra en estado crítico tras cuatro años de detención arbitraria, múltiples huelgas de hambre y sistemáticas torturas físicas y psicológicas en diversas cárceles de máxima seguridad en Cuba. Actualmente cumple una condena de ocho años en la prisión de Quivicán, Mayabeque, por participar en las protestas del 11 de julio de 2021.
El activista, padre de cuatro hijos, fue sentenciado bajo cargos fabricados de “desórdenes públicos”, “desacato” y “sabotaje” tras salir a las calles del poblado Vegas con un cartel que decía: “Era tanta hambre que nos comimos el miedo”. Desde entonces ha sido objeto de un patrón sostenido de hostigamiento, represalias, aislamiento, golpizas, amenazas de reclusión psiquiátrica, y denegación de atención médica.

El 30 de septiembre de 2023, en un acto de desesperación, Pérez Sánchez se cosió la boca con alambre como protesta ante los abusos y la negativa de las autoridades a dejarlo comunicarse con su familia o recibir atención médica.
Su esposa, Dayana Aranda Batista, ha denunciado que desde julio de 2023 no se le permitían llamadas telefónicas, y solo sabía de él gracias a otros presos que arriesgan represalias por informar sobre su situación. Pérez ha sido castigado por vestir camisetas con lemas antigubernamentales y por desplegar una sábana en el patio con la frase “Abajo la dictadura”.
Durante su encierro ha enfrentado aislamientos prolongados, ha rechazado vestirse de reo y no acepta ningún beneficio penitenciario como símbolo de resistencia.
El propio preso ha denunciado las condiciones infrahumanas de la prisión de Quivicán, incluyendo desnutrición severa, falta de atención médica, casos de escabiosis y reclusos en estado crítico.
En su más reciente visita familiar en la cárcel de Melena del Sur, Pérez se desmayó en dos ocasiones, según denuncias de familiares, se encuentra al borde del colapso físico.
“Lo están dejando morir”, advirtió la esposa. Las autoridades penitenciarias han ignorado todos los pedidos de atención médica, exponiéndolo a un deterioro irreversible.
Desde LUMARA exigimos su liberación inmediata, atención médica urgente y garantías mínimas de respeto a su dignidad humana. El caso de Juan Enrique Pérez Sánchez no es aislado: forma parte de una política sistemática del régimen cubano contra quienes se manifiestan pacíficamente por la libertad.
Firma la petición por su liberación